NIEVE

miércoles, 27 de junio de 2018

ARLET LESCUN (4ª etapa)



Despertarse a las orillas de ibón es un sueño, y desde luego sueño tienes por que la verdad que descansar en un refugio con literas corridas y gentes de diferente “dormir” a tu alrededor se hace difícil.

Tengo que reconocer que el paradisíaco lugar, peleo con la incomodidad de la litera de arriba, en un rincón muy muy recogido. Pero los ánimos enseguida se encienden, cuando nos sentamos ante un suculento desayuno.



Así que demos buena cuenta de él, preparemosnos, hidratándonos bien los principales protagonistas de la ruta, los pies, y con ropa cómoda y fresca empecemos la jornada.
 Con la ropa a cuestas, que no ha dado tiempo a secar


Arrancamos desde el refugio, comenzando en descenso, desde el aliviadero del ibón. Tenemos que encontrarnos con la cabaña de Lapassa, dejándola a la derecha, continuando por la HRP.


Empezamos a ganar altura, en busca del collado de Saoubathou y siguiente objetivo, Plateau de Lhers. No, no se me ha vuelto el teclado loco, recordar que estamos en Francia.
Siempre con la sonrisa a cuestas




En un punto del ascenso, nos encontraremos con el “Sentier de la Liberte”, en el Portillo de la Cunarda. Lugar de paso de los refugiados en la II Guerra Mundial.






Cresteamos por el Pic de Burq, descendiendo por el Puerto de Palo.




De nuevo, bajamos, en zigzag hasta la Cabaña de Bonaris y otras, ya en ruinas.





Estamos en la recta final, nos introducimos en el bosque hasta alcanzar el parking de Labrenère.





Parecia una frontera custodiada por..vacas francesas..

Preciosas flores, preciosao color


Aquí tenemos la opción de seguir por pista asfaltada o alargar un poco por bosque.






Nuestro cansancio nos hace elegir la primera opción, y desde luego, las fresas que nos encontramos por el camino, nos hace alegrarnos de la elección.


La Senda de Camille, habitualmente, tiene concertado el camping de Lauzart, pero este año esta en obras. Cuando realizamos la reserva, se nos informo de este dato y se nos indico que nuestro lugar de descanso sería el albergue de Pic d’Anie.


No conocemos el camping pero desde luego, el lugar que nos albergo en Lescún resulto de los más encantador y acogedor.
Eso sí, como premio por el lugar, nos toca la parte más dura del día, la cuesta de entrada que nos recibe en el pueblo. Juro que había momentos en que parecía que no te movias.


El edificio del albergue esta enfrente del hotel. Tuvimos una habitación con doble litera, donde pudimos descansar muy bien. Y la cena y el desayuno fue en el comedor, digno de contemplar, en el pequeño y bonito hotel.









Después de la merecida ducha, de un escueto lavado a alguna muda y ya vestidas con ropa limpia...¿Cual es el siguiente paso? Muy listos los lectores, correcto, toca salir a la terraza del bar, y saborear unas frescas cervezas en compañía de los amigos de la senda.


Como el tiempo acompaña y el lugar invita a ello, nos damos un paseo “Camille” con todo el grupo que hemos conocido en el trayecto.








NOTA: En Lescún existe un pequeño comercio...pero ...cierra los miercoles… hemos dado en la diana.





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