NIEVE

sábado, 10 de septiembre de 2016

Lecina - Betorz - Almazorre



LECINA: Localidad situada a 761 m. de altitud. En 1981 tenía una población de 21 habitantes. En sus inmediaciones descubrieron  las primeras pinturas rupestres de la provincia, declaradas Patrimonio de la Humanidad  y  que encontramos en lugares como la cueva del Trucho con pinturas

BETORZ: Situado a 1012 m. de altitud. En 1981 tenía una población de 6 habitantes y en 1999 una población de 13.  El núcleo del pueblo se encuentra en la falda meridional del Tozal de Asba, en el alto valle del río.

ALMAZORRE: A 823 m. de altitud. En 1981 tenía una población de 30 habitantes y en 1999 tenía una población de 24 habitantes.  El pueblo tiene dos núcleos diferenciados,  el barrio Bajo, y el barrio Alto, a unos 150 metros con desvío independiente desde la carretera. Más arriba  la iglesia junto con el esconjuradero .

Inicio esta entrada con una breve anotación de cada pueblo recorrido en esta ruta. Tres poblaciones que destacan por la tranquilidad de sus calles, y el buen estado de conservación de sus edificios que mantienen el estilo de construcción en teja y piedra, típica de este entorno.
Comenzamos en Lecina. A la entrada del pueblo, a mano izquierda, existe un parking, junto a diferentes carteles explicativos de las rutas que parten del lugar.  Ya con todo a nuestras espaldas, llegamos hasta una plaza y en las inmediaciones encontraremos el cartel del desvío a tomar.  Nosotros iremos primero a Betorz, y desde allí a Almazorre.  No olvidarse de visitar la encina milenaria. En esta ocasión, lo haremos al final de la jornada.


Hay que mencionar lo bien señalizada que esta la ruta, en todo momento, con carteles de Pr, marcas amarillas y blancas, señales de dirección de poblaciones y cruces blancas y amarillas por donde NO ir. Incluso con placas metálicas para rutas de BTT. 







Partimos dirección Betorz, comenzando por una curiosa calle,  con un pasadizo elevado al final.  Siempre acompañados a ambos lados por unos tapiales de piedra, cubiertos de musgo, que delimitan esta antigua vía de comunicación entre estas localidades.  En nuestro camino descubriremos la fuente de Espuña, un precioso lugar,  entre la sombría, con una mesa para hacer un alto, si fuera necesario.







Tras una senda en constante pero llevadera subida, llegamos a Betorz.




Se puede dar un breve paseo por sus calles, y volver a la entrada del pueblo donde habremos dejado la siguiente indicación a la localidad de Almazorre.  Al poco, encontraremos una fuente con abrevaderos y multitud de carteles con las diferentes rutas que parten. La nuestra, dirección Almazorre.  El primer tramo, alegremente, de bajada y llegaremos, entre pinos y quejigos, al barranco de Talabera, en esta ocasión, sin presencia de agua.





Perdiendo altura con respecto a nuestro destino, descenderemos hasta el molino y la tejería de la localidad a alcanzar.  Lugar que, cuando la temporada es de lluvias, nos obliga a pasar por sus aguas, pero hoy, no hace falta quitarse las botas para alcanzar la otra orilla. La ausencia del líquido elemento es total.  









Toca seguir ascendiendo hasta el barrio bajo de Almazorre y continuar, ya con la lengua afuera, hasta el barrio alto, curiosamente separado de su vecino, y hacer una visita a la iglesia y esconjuradera. Una vez alcanzado el objetivo y con el hambre llamando a nuestro estómago, buscamos una placida placita donde realizar el bello y satisfactorio rito de comer, acompañado por un relax de cuerpo y mente.




Realizado estos menesteres, será necesario volver hasta el molino y tomar el camino de vuelta, ya directamente, a Lecina.  Ya en el, hay que volverse para divisar el lugar donde se eleva la Iglesia que hemos visitado y descubrir el desnivel que hemos superado. En nuestro camino nos hallaremos un grandioso Quercus cerrioides. Más adelante, se sumara al camino, una manguera de riego que será otro más en la vuelta, hasta llegar a Lecina.




Quercus cerrioides Este roble es un híbrido entre (Quercus humilis) roble pubescente y (Quercus faginea) quejigo, y tiene caractéres intermedios entre esas dos especies.

Y ya en Lecina, antes de partir, no olvidemos la visita a la encina milenaria. Un paseo de cinco minutos para contemplarla.



Ahora, despojarse de las botas, y visitar otro de los bonitos lugares del entorno, con forma de bar, con forma de camping, y con lo más importante, una buena compañía, una buena charla, el relax típico de un sábado y el frescor de una buena cerveza.



sábado, 3 de septiembre de 2016

CASCADA DE LAS NEGRAS



Si quieres que un día se convierta en un gran día, una buena señal es que exista gente dispuesta a compartirlo contigo.  Esto ya es muy buena señal.

Primer sábado de septiembre, apurando el buen tiempo, apurando las salidas en las que habrá ocasión de llevar el traje de baño.

Ocho de la mañana, un cafecito mientras esperamos estar todos para partir con destino a Canfranc Estación.  Si no habéis estado en la localidad, aprovecho para recomendarlo.  Nada más salir del pueblo, existe un parking, donde podemos estacionar el vehículo y prepararnos para iniciar la ruta.


Caminamos un poco por la carretera hasta alcanzar un desvío a la derecha, pasando por encima de un puente. Nos dirigimos en un principio  al Fuerte Coll de Ladrones.  Una senda en ascenso nos llevara hasta allí.




Dejándolo a nuestra izquierda, continuaremos, siguiendo los carteles indicadores de Izas,  Iserias, Formigal.


La primera parte  de la ruta discurrirá  por “La Cantalera”, una zona con abundante presencia de piedras que dificultaran la ascensión continua de este tramo.  Aquí salvaremos la mayor parte del desnivel del día,  y tendremos la oportunidad de ver alguna especie animal, como marmotas. Y disfrutaremos contemplando a los hombres del grupo, como parten tras ellas, como “niños cazadores” para poder observarlas más de cerca.








Terminado este tramo,  hallaremos un gran cambio en el entorno. Dejaremos atrás la zona sombreada y con diferentes especies arbóreas, para entrar en el Canal de Izas,  donde parece que el mundo se acaba, según expreso uno de nosotros. Y la verdad, si el mundo se acaba, me pido que me pille aquí.




Tras un rato de camino por una cómoda senda, en liguera ascensión, veremos a lo lejos, nuestro destino final, la Cascada de Las Negras, también conocida como La Divina. Un pequeño camino nos permitirá bajar hasta una poza donde rompe.






Buen lugar para montar nuestro fuerte y dar buena cuenta a las viandas culinarias.


No olvidemos el momento de reposar la comida, y dejando que nada de vueltas en nuestras cabezas, abandonándonos a la magia y silencio del lugar, en la parte superior de la cascada, damos una mini cabezadita.

Toca ya el triste momento de la vuelta, retomando por el mismo camino de vuelta, y comprobar el buen estado de nuestras piernas, para hacer frente a la bajada.

Y como es costumbre, parada, cervecitas y risas, en Canfranc Estación.



*Desnivel aprox. 400 mts.
*Kilometros recorridos 8.5 km (Aprox)