Por
arte de birlibirloque, la
ruta de hoy la compartiré con un gran personaje. Dos
palabras para definirlo, humor y Guara. Lobo de Guara o Loco de
Guara, esta entrada va por ti.
Hoy
disfrutaré de un rincón, desconocido incluso para él. Y como
breve descripción dejo sus palabras.
“Impresionantes
montes que nos hemos masticado en lo más salvaje de la sierra de
Guara, Collicierzo, cerro Estillero, Pico del Pueyo. Lugares casi
vírgenes y vistas de superlujo”.
Desde
Huesca tomamos la carretera N-330 en dirección Jaca. En Arguis
cogemos la salida hacia esta localidad para continuar por la antigua
carretera hasta el túnel de la Manzanera. Aquí nos desviamos hacia
el Valle de Nocito, pasando junto a la localidad de Belsué y unos
150 metros después de pasar por el desvío a Lúsera encontramos a
nuestra derecha un pequeño ensanche donde estacionaremos.
Seguiremos
las indicaciones a los acantilados de Cienfuens, hasta llegar a la
cola del embalse de Belsue, donde en vez de cruzar seguiremos un
camino que queda a la izquierda.
Comenzaremos por una senda un poco
de cabras, pero sin dificultad. En la otra orilla, una gran pared
rocosa, en la que se divisan pequeñas cuevas y bajo una gran proa,
los acantilados de Cienfuens.
Pronto,
comenzará la ascensión, acercándonos a una gran roca y tras
rebasarla, nos internaremos en la sombra de un bonito bosque. Me
pregunto ¿algún bosque no es bonito?
Tras
un tramo de senda, aparecemos en el Llano de las Paúles, lugar
perfecto para una parada. El día no ha podido amanecer mejor, un sol
cálido acompañado por una fresca brisa. Todo esto nos obliga a
acomodarnos y gozar de la posición vertical durante un rato largo.
Que pereza volver a moverse. Pero el compañero me promete que lo que
viene después merece mucho la pena. Cuerpo para arriba y a
continuar.
De
nuevo a la umbría del bosque, el sendero continua subiendo, hasta
encontrarnos con una pista. Para no perder este punto, un hito de
piedras sirve de recuerdo.
Caminamos
ahora rodeados de erizones, que montan guardia en el camino. Y tras
un buen trecho se continua la subida. Delante de nosotros, por fin
parece que encontraremos el collado de Collicierzo. Eso o el fin del
mundo, por que parece que tras llegar al fin de la senda, no hay nada
más que cielo.
¿Que habra detras ? |
Y
en cierta forma, cielo hay y paraíso también. Ante nosotros una
gran panorámica desde el Fragineto, Tozal, Mondinero, Borón ...y
aunque puedo seguir nombrando… volvemos a desconectar y disfrutar
del momento.
Con
un poco de pereza pero ya que estamos aquí, proseguimos para
ascender al Collicierzo. Una borda en ruinas nos dará la pista del
comienzo de la subida.
Algún
mojón vemos, pero pronto los perdemos. Así que a estilo jabalí,
alcanzamos cima.
Ampliamos
la lista de lugares a visionar, con el picón del Mediodía, cresta
de Balleclusa hasta Gratal, pico El aguila e incluso Peiro.
A
nuestra espalda, el llano de Las Paules. Buena parada, buena charla,
risas y buena temperatura. Un buen conjunto para que las ganas de
regresar se vayan escondiendo.
Pero
todo llega y aquí, nuestro momento de locura, atajar para llegar
al llano. Error ¡¡ Pero que se va a hacer, quien dijo miedo,
jajaja. Nosotros cuando los erizones y diversos arbustos nos
abrazaban. ¿Sabéis esos dibujos en los que unas plantas carnívoras
van creciendo y atrapan al personaje en cuestión? Pues así acabamos
nosotros. Pero que no puede superar una buena dosis de humor y un “de
aquí salimos si o si”. Y tras una aventura pinchiaguda, aparecemos
de nuevo en el sendero y de allí al llano.
Ya
tenemos anécdota para echar risas por días y días, jajajaja.
cucu
a |
Toca
deshacer el camino y volver al punto de partida. Sin darnos cuenta,
por lo grato de la jornada, la noche nos pilla llegando al final de
la etapa.
Por
muchos días así.
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