NIEVE

sábado, 23 de marzo de 2019

Pico de Collizierco (1514 m)


Por arte de birlibirloque, la ruta de hoy la compartiré con un gran personaje. Dos palabras para definirlo, humor y Guara. Lobo de Guara o Loco de Guara, esta entrada va por ti.


Hoy disfrutaré de un rincón, desconocido incluso para él. Y como breve descripción dejo sus palabras.


Impresionantes montes que nos hemos masticado en lo más salvaje de la sierra de Guara, Collicierzo, cerro Estillero, Pico del Pueyo. Lugares casi vírgenes y vistas de superlujo”.


Desde Huesca tomamos la carretera N-330 en dirección Jaca. En Arguis cogemos la salida hacia esta localidad para continuar por la antigua carretera hasta el túnel de la Manzanera. Aquí nos desviamos hacia el Valle de Nocito, pasando junto a la localidad de Belsué y unos 150 metros después de pasar por el desvío a Lúsera encontramos a nuestra derecha un pequeño ensanche donde estacionaremos.


Seguiremos las indicaciones a los acantilados de Cienfuens, hasta llegar a la cola del embalse de Belsue, donde en vez de cruzar seguiremos un camino que queda a la izquierda. 





Comenzaremos por una senda un poco de cabras, pero sin dificultad. En la otra orilla, una gran pared rocosa, en la que se divisan pequeñas cuevas y bajo una gran proa, los acantilados de Cienfuens.







Pronto, comenzará la ascensión, acercándonos a una gran roca y tras rebasarla, nos internaremos en la sombra de un bonito bosque. Me pregunto ¿algún bosque no es bonito?



Tras un tramo de senda, aparecemos en el Llano de las Paúles, lugar perfecto para una parada. El día no ha podido amanecer mejor, un sol cálido acompañado por una fresca brisa. Todo esto nos obliga a acomodarnos y gozar de la posición vertical durante un rato largo. Que pereza volver a moverse. Pero el compañero me promete que lo que viene después merece mucho la pena. Cuerpo para arriba y a continuar.





De nuevo a la umbría del bosque, el sendero continua subiendo, hasta encontrarnos con una pista. Para no perder este punto, un hito de piedras sirve de recuerdo.


Caminamos ahora rodeados de erizones, que montan guardia en el camino. Y tras un buen trecho se continua la subida. Delante de nosotros, por fin parece que encontraremos el collado de Collicierzo. Eso o el fin del mundo, por que parece que tras llegar al fin de la senda, no hay nada más que cielo.



¿Que habra detras ?


Y en cierta forma, cielo hay y paraíso también. Ante nosotros una gran panorámica desde el Fragineto, Tozal, Mondinero, Borón ...y aunque puedo seguir nombrando… volvemos a desconectar y disfrutar del momento.





Con un poco de pereza pero ya que estamos aquí, proseguimos para ascender al Collicierzo. Una borda en ruinas nos dará la pista del comienzo de la subida.



Algún mojón vemos, pero pronto los perdemos. Así que a estilo jabalí, alcanzamos cima.


Ampliamos la lista de lugares a visionar, con el picón del Mediodía, cresta de Balleclusa hasta Gratal, pico El aguila e incluso Peiro.


A nuestra espalda, el llano de Las Paules. Buena parada, buena charla, risas y buena temperatura. Un buen conjunto para que las ganas de regresar se vayan escondiendo.


Pero todo llega y aquí, nuestro momento de locura, atajar para llegar al llano. Error ¡¡ Pero que se va a hacer, quien dijo miedo, jajaja. Nosotros cuando los erizones y diversos arbustos nos abrazaban. ¿Sabéis esos dibujos en los que unas plantas carnívoras van creciendo y atrapan al personaje en cuestión? Pues así acabamos nosotros. Pero que no puede superar una buena dosis de humor y un “de aquí salimos si o si”. Y tras una aventura pinchiaguda, aparecemos de nuevo en el sendero y de allí al llano.


Ya tenemos anécdota para echar risas por días y días, jajajaja.
                                                cucu
a


Toca deshacer el camino y volver al punto de partida. Sin darnos cuenta, por lo grato de la jornada, la noche nos pilla llegando al final de la etapa.




Por muchos días así.

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