SIERRA DE BONES: Ermita Malena y nacimiento del rio Flumen.

Es viernes, los partes meteorológicos para el día siguiente no son nada halagüeños, lluvias y nieves en todos los puntos de Aragón. Así que cambio de planes, nos adaptamos y buscamos un plan B.

Compañero de ruta, ¿que te parece si hacemos una cercana, que nos ocupe toda la mañana, que paseemos por un lugar que no conoces, y que como destino tenga un pequeño restaurante donde poder comer sin miedo a la lluvia y al frio?

Como la respuesta fue si, pase a preparar la jornada. Hoy ha sido fácil.

Sábado, circulando por nuestra archiconocida A23, en Huesca paramos a desayunar. Una vez ya con las pilas cargadas con un buen café, seguimos por el puerto de Monrepós, hasta tomar el desvío hacia Arguis. Pasamos esta población, por la antigua carretera de Francia, y al llegar al túnel de la Manzanera estacionamos en un ancho del camino.

Aquí comienza nuestra andadura de hoy. En la Sierra de Bones, existen varias rutas, os animo a conocerlas. Hoy, debido al tiempo, que de momento nos va respetando, pero no se cuanto aguantará, hace que optemos por el camino sencillo, que nos acercará hasta la ermita y el nacimiento.

Sencillo, comencemos a caminar, haciendo caso a la primera señal que nos indica Sierra de Bones.

Seguiremos una pista forestal, que ya nos va mostrando vistas a nuestra derecha. Para este placer, el de observar y fotografiar, nos encontraremos enseguida, el mirador de Belsué.

Continuamos caminando, entre buena charla y mejores risas. El cielo sigue encapotándose, así que el paso sera ligero.

Encontramos a nuestra derecha el desvío a Ermita Malena. Lo tomamos y nos adentramos en un pequeño sendero entre arbustos.

Alcanzamos la construcción, antiguamente de carácter religioso y después utilizada como refugio de pastores. En la actualidad, no tiene ninguno de esos usos, ya que esta cerrada, acotada por peligro, ya que el techo esta casi totalmente hundido.

Recuerdo haber estado hace unos tres años aquí, y ya entonces estaba cerrada y con el techo empezándose a caer. Es una pena que dejen que se derrumbe.

Ahora, una breve parada para un ágape, con buen queso, chorizo, y mejor vino.

Las nubes nos están envolviendo, y sus tonos siguen sin prometer que el tiempo mejore. Levantamos campamento y nos acercamos al rio para descubrir su nacimiento.

El afluente del Alcanadre, el Flumen, nace unos dos kilómetros más arriba de la ermita, así que, sin pensarlo dos veces, seguimos su cauce, contracorriente.

Tenemos que estar atentos para encontrar la pequeña virgen que “celebra” su nacimiento.

Entre su tamaño, y que nos observa desde lo alto de un gran árbol, es fácil que se nos pase.

Cumplidas las metas de hoy, ermita y nacimiento, retomamos camino y volvemos a nuestro punto de inicio.

Apurando la hora de comer, al llegar al coche, entramos caminando en el túnel de la Manzanera. Aquel protagonista de recuerdos de mi niñez, lugar de partida de jornadas con mi familia paseando por los alrededores.

Añadimos a la ruta los 590 mts de longitud que tiene el túnel. Cuando das los primeros pasos, parece que este cerrado en el extremo opuesto. Pero enseguida una pequeña luz aparece a lo lejos.

Tras la pequeña incursión, volvemos al vehículo y nos acercamos a Arguis, donde ya teníamos echado el ojo al restaurante para comer.

Y si existe alguien que cuide de los senderistas, esta mañana ha estado alerta, pues a los pocos minutos de entrar, la lluvia a hecho su aparición.

Jornada completa y cuadrada a la perfección. Unos 13 kilometros para bajar los excesos de las navidades, pero que son compensados con un flamante entrecot en la comida, jeje.