NIEVE

jueves, 29 de junio de 2017

5ºDIA O PEDROUZO-SANTIAGO DE COMPOSTELA.


Ultimo día, último madrugón, última andada. Esta etapa esta llena de sentimientos. Amanecemos temprano en O Pedrouzo, y nos disponemos a caminar.


Nuestros pasos van siendo confusos, tan pronto aceleramos con ganas de llegar a nuestra meta, como que aminoramos con miedo a avanzar y que esta aventura termine.



Ya solo quedan 20 kilómetros para el momento de gozo, para llegar y abrazar al Santo.



Entre eucaliptos y pequeñas aldeas vamos avanzando. La lluvia nos acompañará hasta llegar a Santiago.




Paso a paso, sin darnos cuenta, estamos llegando ya. El camino esta repleto de peregrinos con sonrisas en la cara e ilusión en la mirada.

Una cuesta nos dará la pista de que ya estamos llegando al Monte do Gozo. Es una subida que nos saca unas risas nerviosas, por que ya nuestras piernas están llenas de kilómetros y parece que no podamos más. Pero es solo un efecto, el camino es llevadero y pronto asomara el monumento del monte.

Es extraño, pero para mi, este fue el momento real de llegada al fin de Camino. Aunque faltara llegar a Santiago, abrazar al Santo y conseguir la Compostela, mi sentimiento de haber conseguido la meta fue aquí. Imagino que por eso le llamarán el monte do Gozo.


Toca descansar un poco, realizar las fotos oportunas y como no, refrescarse. Aquí volvimos a tener el placer de encontrarnos con nuestras cordobesas guapas.


Además, Santiago estuvo de nuestra parte, y la lluvia dejo de caer, y asomo un poco el sol.

Satisfacción total, gozo monumental.

Y ya, con otro espíritu, vamos bajando a Santiago, cruzando ya por carreteras, calles y sobre todo, civilización urbana.





Vamos a buscar nuestro albergue, que resulta ser una acogedora casa con total espíritu peregrino...albergue..





Y una vez aseadas, alimentadas e incluso “restauradas”, partimos a la Plaza del Obradorio para dar otro de los pasos del fin del Camino.

Impresionante Catedral, situada en un entorno lleno de retazos de historia y bellas fachadas. Su interior nos acoge y nos maravilla.





Paseamos por ella, nos dejamos envolver por todo y llega el momento de darle las gracias al Santo por el buen camino que hemos tenido.




Gracias por haber puesto en nuestra vida la oportunidad de estar aquí, con este grupo de amigas que ha hecho de esta semana un tiempo a recordar, gracias por poner en nuestras piernas la fuerza suficiente para llegar y gracias simplemente por estar aquí.

Queda dos días para pasear, hacer turismo, relajarnos, ver lugares cercanos, por que el viaje no ha acabado aquí.

Pero sí, EL CAMINO, este ha terminado, pero continua con nosotras, por que ha sembrado una semilla, que hace que nuestra alma prometa volver.




BUEN CAMINO PARA TODOS



AQUELLOS QUE LO ESTEIS 



HACIENDO O QUE VAYÁIS A



HACERLO. PERO “CAMINO”



NO ME OLVIDES, YO



          VOLVERÉ.


miércoles, 28 de junio de 2017

4ºdia. RIBADIXO-ARZUA-O PEDROUZO.

Como mencione en la anterior entrada, esta etapa es en realidad de Arzúa – Pedrouzo, pero nosotras ayer acabamos en una localidad anterior, con lo hoy toca, Ribadixo a Pedrouzo. De los 19 kilometros iniciales, los completamos a unos 22.


Nos hemos levantado rápidas y veloces, no vemos el momento de abandonar tan desagradable albergue. Comenzamos a caminar y pronto descubrimos que el trayecto hasta Arzúa es muy llevadero. Y una vez lejos de Ribadixo, hacemos la parada para el “buen cafetear
.
Es nuestra penúltima etapa y junto con el cansancio de nuestras piernas, empezamos a sentir una mezcla de emociones. Por un lado, una alegría por sentir que pronto llegaremos a Santiago y cumpliremos uno de los objetivos del camino, por otro lado, la pena del llegar, de no poder alargar más el camino, para seguir experimentando todo lo que estamos viviendo.






Pero no queda otra, más que calentar las piernas, seguir sonriendo y avanzar. La ruta es muy llevadera. Como parte menos atractiva tendremos la compañía de la N-547, pero seguirán surgiendo pequeñas aldeas, prados, bosques de eucaliptos y pequeñas parroquias de bellas iglesias.





Seguimos sellando la credencial, día a día buscamos más sellos para adornar este carnet que permitirá que nos concedan la Compostela al llegar a destino.


Pocos desniveles ya, localidades con nombres curiosos como Preguntoño, una lluvia fina e intensa que nos acompaña, y charlas en el camino.



Una parada para el desayuno, y seguimos marcha. Bosques, explanadas, sendas y pistas nos conducirán hasta el final de etapa.

Se acabo la mala racha, el albergue elegido supera con creces al de la noche anterior. Somos atendidos amablemente, nos enseñan todas las instalaciones y somos gratamente sorprendidas ante la existencia de unas duchas de hidromasaje.



No hay palabras para expresar ese momento, cuando tras la jornada, tienes el placer de darte una ducha de esas. Recuerdo los chorros de agua fría que directamente recibí en los gemelos, fue, en pocas palabras “un momentazo”.


Paseo por O Pedrouzo, compras, comida, descanso y una buena cena. Ahora ya, a dormitar que pronto el despertador va a sonar.