Pasadas
las nueve de la mañana, llegamos a Sarria. Nuestro primer objetivo,
desentumecer las articulaciones y desayunar. Segundo paso, conseguir
los dos sellos necesarios de la población de arranque. La cafetería
y la tienda donde compramos la concha, testigo de nuestro camino,
serán los dos primeros que orgullosas estampemos en la credencial.
Son
las diez de la mañana, el tiempo apremia. Tenemos que comenzar ya
andar por que nos esperan 22,4 kilómetros
para llegar a Portomarín. El día es soleado, y el calor apretará
en la mayor parte de la jornada.
Sarria |
Esta
etapa es la primera también
de numerosos caminantes, por lo que iremos bien acompañadas en casi
todo el camino.
Localizamos
la primera flecha y ya no dejaremos de verlas hasta cumplir nuestro
propósito,
llegar a Santiago. El camino esta muy bien señalizado con estas
flechas,
señalizaciones, mojones y carteles. Abandonamos Sarria con pena,
porque no hemos tenido tiempo de visitarlo.
Es
una etapa fácil,
entretenida y variada. Ademas empezamos con ilusión
y entusiasmo, parando infinidad de veces a contemplar lugares y
fotografiar rincones.
Ponte Áspera |
Santa María de Ferreiros |
Moutrás (Tienda Peter Pank) |
Queda claro no... |
No es una estatua...es de verdad... |
Numerosas
aldeas salen a nuestro encuentro, con muestras de románico.
Combina zonas de descubierto con zonas de bosque, senderos con pistas
asfaltadas, enormes prados con vacas pastando.
Fuente de Pelegrin |
Hacemos
una parada en un idílico
bar que encontramos y reponemos fuerzas. Paso a paso, conociendo a
personas y lugares, llegamos a Portomarín.
Aquí,
nuestro cuerpo ya siente el cansancio, el sol ha apretado y nos hemos
“comido” las horas de más
sol. Toca enfrentarse con una escalera de entrada a esta localidad.
Parece una pequeña broma, pero como estamos deseando encontrar
albergue, sacamos fuerzas y empezamos el ascenso.
Hoy
no habíamos
reservado el albergue, pero tenemos suerte al segundo intento. Cuanto
disfrutas en el camino las pequeñas
cosas, como descalzarse y sentir el agua de la ducha en tu cuerpo. No
exagero al decir que fue uno de los buenos momentos a sumar en el día
de hoy.
Portomarín
nos sorprende, una localidad con calles bellas y muy cuidadas.
Rincones a descubrir y
un
templo que se eleva en el centro de una gran plaza, que
majestuoso nos observa.
San Nicolás de Portomarin |
Tras
un paseo, una nutritiva cena, pronto nos iremos a dormir, ya que
antes de que el sol haga su aparición en el cielo, cuatro caminantas
con sus frontales, empezaran a caminar en su segunda jornada.
Caldo Gallego |
El queso Idiazábal con Miel |
Viandas en Bar Supenedo de Portomarín. Menu 10 euros (1º-2º-y postre).
Albergue
Ferramenteiro
Primer
albergue de nuestro camino y mucha suerte en su elección.
Atención
al público muy correcta, educada y con mucha información.
Instalaciones en buen estado tanto de conservación como de limpieza.
Zona
de cafetería y comedor muy amplia.
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