Soy
cabra de Pirineo, pero nunca dejo la Sierra de Guara de lado. Llena
de bonitos rincones, picos y peñas, es mi lugar de escape para
mañanas de sábado.
Como
este fin de semana no dispongo de mucho tiempo para dedicarlo a mi
pasión, el caminar, decido acercarme a Guara y hacer uno de los
picos que me faltan por pisar, Las Calmas.
Abro
los ojos a una hora tempranera, cojo mi fiel compañera, mi mochila y
arranco el coche en dirección la presa de Arguis. Aparco y comienzo
a andar. Cruzo por la pasarela y observo un rincón que se ha
convertido en muy especial.
Este
paisaje siempre ha sido muy querido para mi, presentado por mi padre,
fue lugar de mis correrías infantiles acompañada por mi familia.
Pero a día de hoy, otros momentos han sumado más encanto a este
rincón.
Pero
sigo caminando, por la pista que rodea por la izquierda el embalse.
Con un buen desayuno a base de moras que encuentro en el camino,
llego hasta el desvío a Las Calmas.
Se
acabo el tranquilo paseo, comenzando ya la subida. En un principio
por dentro del cauce del barranco y después por una senda a la
izquierda. Este es el momento en que las piernas tienen que hacer el
mayor esfuerzo puesto que la pendiente es bastante importante. Por lo
menos, el comienzo es por sombra.
La
senda en varias ocasiones cruza la pista, pero continua dentro del
tupido bosque.
El
día ha salido cubierto, por lo menos por esta zona. Hay que mirar el
lado positivo, con sol el collado de Las Calmas seria muy duro,
aunque claro esta, no se puede disfrutar totalmente de las vistas. En
algún momento las nubes dejan asomar pequeños resquicios de sol y
montañas.
Una
vez alcanzado el collado, a nuestra izquierda, asoma La Calma Alta.
Es un lugar por lo que puedo ver poco transitado, en lo que los
erizones han ganado la batalla. Por una estrecha senda comienzo el
ascenso, con cuidado, para no salir muy arañada.
Mucha
tranquilidad y al resguardo de un arbusto me preparo para un pequeño
pero suculento almuerzo. Solo soy interrumpida por una pareja que
también alcanza la cima. Tras una breve charla y unas fotos, vuelvo
a quedarme sola con la paz del lugar.
Mi
idea era hacer la vuelta por La Calma Baja para retornar a Arguis,
pero el paseo me sabe a poco y decido explorar hacia la zona de
Gratal. Desde el collado, busco las indicaciones y por una cómoda
cresta me acerco hasta el pico Gratal, donde hago una breve parada y
después sigo caminando para contemplar peña Gratal. No tengo tiempo
de subirla así que solo la saludo y decido bajar por el barranco que
acompaña al gaseoducto.
Este
es el momento más delicado de la jornada, hay que ir con cuidado y
despacito por que si tropiezas….mal sitio para caer...
Pico GRATAL |
Peña GRATAL |
Tras
una lenta pero segura bajada, alcanzo de nuevo la pista que rodea el
embalse, ahora toca de nuevo el paseo, recolectando moras para mi
hijo que seguro que me lo agradece.
La
jornada ha sido satisfactoria y mis piernas me agradecen el
movimiento. Tras alguna charla por el camino, vuelvo hasta el
vehículo y ya para casa, con una sonrisa como compañera.
MI WIKI
Mis 2 webs (sin publicidad) pueden interesar a ustedes: yofrenoelcambioclimatico.blogspot.com (MENOS es MEJOR) y plantararboles.blogspot.com, un manual para reforestar, casi sobre la marcha, sembrando semillas de árboles autóctonos en zonas deforestadas, baldías, más o menos cercanas al lugar de su recolección. Salud, José Luis Sáez
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