Retomamos
el camino, aprovechando un fin de semana. Dará tiempo para poco,
pero pasito a pasito iremos acercándonos a destino. Aprovechando que
aun estamos cerca de Zaragoza, el viernes tarde escapamos a la ultima
localidad que visitamos el pasado mes de julio, Puente La Reina.
Haremos noche en el mismo albergue que en esa ocasión y a la mañana
completaremos la etapa hasta Estella.
Arranquemos.
Tras dormir en una bonita habitación, nos levantaremos no muy
temprano, el tiempo es muy bueno pero no nos atacará el calor como
en la anterior vez. Así que con tranquilidad y disfrutando,
desayunamos en el bar del hotel al que pertenece el albergue.
Ahora,
con una pequeña mochila que nada tiene que ver con la que nos
acompaño el julio, comenzamos a andar.
El
arranque y salida del pueblo es una tarea fácil, comenzaremos a
caminar siguiendo las flechas marcadas en el suelo, al pie del hotel.
Nos encaminamos por la calle del Crucifijo, pasando por debajo del
arco que une la iglesia con el convento.
Tras
cruzar la carretera, entraremos en la calle Mayor, con la iglesia de
Santiago y más adelante, la localidad nos dirá adiós con el puente
medieval sobre el rio Arga.
Tenemos
la compañía de la niebla, pero ya se sabe, <<mañanita de
niebla, tarde de paseo>>.
A
nuestra izquierda, encontraremos el camino a seguir, pasando por el
barrio Zubiurrutia, donde pasamos por el convento de las Comendadoras
del Espíritu Santo.
Bellas
estampas nos vamos encontrando.
Toca
afrontar una de las cuestas de la etapa de hoy, por un pinar
repoblado. El calor empieza a apretar, pero poco a poco y con alguna
parada continuamos hasta la siguiente población.
A
continuación, Mañeru, población por la que callejearemos sintiendo
la bienvenida al peregrino.
Abandonamos
este pueblo y nos dirigimos entre viñedos y cereal hasta Cirauqui.
Población
fortificada, situada en una colina que hemos de superar y entrar a
sus calles a través de una de las puertas de la antigua muralla.
Junto
al ayuntamiento, nos encontramos un arco, donde hay un sello para la
credencial. Aqui, nuestro compañero de batallas, JF, nos ayuda a
esta encomienda.
A la
salida de la localidad, nuestros pies tendrán la suerte de pisar una
calzada romana que nos acompañara en un trecho y nos guía hasta un
puente de la misma época.
Puente
de un solo arco sobre la regata de Dorrondoa.
Tras
cruzarlo, nos encontraremos con un curioso lugar, un área de
descanso del peregrino entre olivos.
Habiendo
luchado para separar a mi acompañante de la zona de libros, a
regañadientes por su parte, seguimos el camino pasando por debajo de
un viaducto.
Otro
bonito puente nos sale al encuentro, esta vez para superar el rio
Salado.
«por
el lugar llamado Lorca, por la zona oriental, discurre el río
llamado Salado: ¡cuidado con beber en él, ni tú ni tu caballo,
pues es un río mortífero!»
Lorca
no nos quiere recibir, y nos conducirán fuera de sus calles a través
de una carretera donde solo podremos ver sus casas a lo lejos. Bueno,
en realidad unas obras en el camino hará que nos desvíen por dicho
lugar.
En
Villatuerta entraremos por la zona de urbanizaciones y siguiendo las
flechas amarillas llegaremos hasta el románico puente sobre el río
Iranzu. Es el momento de buscar un sitio para calmar nuestros
charlatanes estómagos y preguntando a un lugareño hayamos el lugar
ideal para ello. JF pugna para salir de nuestra mochila y tomar parte
en el avituallamiento.
Relax, charla (si, aun tenemos cosas de que hablar, conversación nunca nos falta) y llega el momento de continuar. Conoceremos ahora al que elegiremos como nuestro nuevo patrón, San Veremundo. Adivinad el motivo.
Ya
estamos en la recta final de la etapa de hoy. Pararemos por la ermita
de San Miguel y pronto Estella nos recibirá.
Calle
Curtidores, la primera por la que nos encaminaremos y la donde esta
nuestro albergue, del mismo nombre.
Ducha,
cambio de ropa y como no, paseo por las calle de Estella. Dejo alguna
de las fotos realizadas.
A la mañana siguiente, tras un delicioso desayuno en el albergue, cogeremos el autobús para Puente La Reina y guardaremos las mochilas para próxima ocasión.