Se cuenta que en el año 1085, unos pastores que se reunían con sus ovejas en el monte Puy observaron un hecho poco usual. Una lluvia de estrellas caía arriba en la cima. Estuvieron unos instantes embelesados observando esta bella estampa en el cielo. Después, pasados unos instantes, pero aun con sorpresa, corrieron al lugar. Hallaron una cueva y en su interior, una imagen de una Virgen.
Nerviosos y sorprendidos, acudieron con gran velocidad a su parroquia a explicar lo sucedido y volvieron con el sacerdote en busca de la talla. La pudieron contemplar con más tranquilidad y decidieron moverla para trasladarla de lugar. Pero por más fuerza que hicieron intentando mover la roca donde se hallaba, no pudieron desplazarla lo más mínimo, una fuerza misteriosa lo impedía. Tras varios intentos fallidos decidieron levantar un santuario en este lugar.
El Rey Sancho Ramirez decidió fundar allí mismo una ciudad a la que llamó Estella. (Estrella en latín).
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