Cuenta la leyenda que un peregrino estaba subiendo el Alto del Perdón. La jornada estaba siendo muy calurosa y el caminante había terminado con toda su provisión de agua. Apenas podía ya caminar, sediento y cansado ansiaba encontrar un lugar para refrescarse.
De repente, el diablo se le apareció con la forma de un apuesto joven. Le ofreció la posibilidad de beber si renegaba de Dios. Pero el peregrino lo rechazó.
El demonio le volvió a tentar, le bastaría con renunciar a la Virgen María. Tampoco aceptó el caminante su oferta.
Incansable, le ofreció una última oferta. renegar del Apóstol Santiago. El peregrino declinó y agotado, se puso a rezar pidiendo ayuda.
El joven diabólico desapareció entre una nube de azufre y en su lugar apareció el Apóstol Santiago que le condujo hasta una fuente cercana de agua cristalina. El peregrino pudo saciar su sed en la propia vieira del apóstol.
Nombre real de la fuente: Gambellacos.
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