Con
ansias ya de pisar nieve, arrancamos, raquetas y cadenas en el
maletero, por lo que nos podamos encontrar.
Aunque
el sol por hoy no va asomar, emprendemos la marcha, esperando al
menos que la ventisca no aparezca y podamos disfrutar pisando nieve.
Y
no solo la pisamos, sino que ella nos cae encima haciendo de la ruta
un bello camino.
Nos
dirigimos hacia el antiguo paso fronterizo de Somport, y tras
rebasarlo unos cinco kilómetros, encontraremos a nuestra izquierda
la zona de estacionamiento de Sansanet.
Dejando
allí el vehículo, empezamos nuestra preparación. Botas de montaña,
polainas, raquetas, palos y ropa de abrigo. Y ya listos, empezamos la
marcha.
En
todo el camino, encontraremos suficiente señalización para no
perdernos y no precisar de track. Pero hoy lo llevaremos en marcha,
para evitar posibles perdidas al taparse las huellas de nuestras
pisadas con la nieve que cae sobre nosotros.
Enseguida
nos introducimos en un bonito bosque, acompañados por un rio que
cruzaremos en más de una ocasión.
Empecemos
a subir, poco a poco, con pequeñas pausas para ver todo lo que nos
rodea.
En
un principio, la alfombra de nieve tiene algún claro con barro, pero
poco a poco estos desaparecerán y el manto crecerá en espesor.
Una pradera nos mostrará más adelante la cabaña d’Escouret, pero no nos
acercamos a ella y proseguimos.
Los
arboles se van espaciando, y los claros cada vez son más frecuentes.
Caminando
despacio, a nuestro alrededor solo vemos blanco sobre blanco. Como
dunas, la nieve se agolpa a los lados, caminantes anteriores nos han
marcado la senda y gota a gota, nos vamos encontrando con senderistas
que ya vuelven del ibón.
Ahora
poco queda de describir. Solo andar, parar, contemplar y respirar con
paz.
Llegamos
arriba del ibón, y sus aguas heladas, blancas, como continuación
del manto de las montañas, se extienden a nuestros pies.
Tras
alguna pequeña charla con franceses y españoles, con multitud de
fotos y con una sonrisa en el rostro de felicidad, suspiramos y
tomamos camino de regreso.
Ahora
el tiempo se vuelve un poco loco, vuelve a arreciar la nieve, de
repente, un claro y un sol intenso, que da paso de repente a una
minúscula granizada.
Y
ya en el bosque, empieza de nuevo a nevar para darnos asi una suave
despedida.
Hola Belén.
ResponderEliminarEsta zona de Sansanet es una paraíso para caminar con raquetas o esquíes. El recorrido que va hasta el ibón de Estanés, es espectacular, con ese hayedo de cuento de hadas, y después la zona del barranco, que si se va entre semana, permanece inmaculado.
Aunque sea un recorrido muy transitado, nunca esta de más llevar el GPS, si es con track mejor, nunca se sabe lo que puede pasar.
Salud y montaña!
Hola, Eduardo. Desde luego que es un sitio encantador. El año pasado hicimos una de raquetas por la zona de las Forges de Abel y fue "idilica" en solo una palabra. El Gps creo que nunca esta de más, con o sin nieve, poco transitado o no. Un saludo y gracias por tus palabras.
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