NIEVE

sábado, 1 de octubre de 2016

TRAMACASTILLA DE TENA - EL BETATO - IBON DE PIEDRAFITA



¿Un lugar adecuado para que unas buenas amigas pasen la jornada paseando por los rincones de nuestro pirineo?  En verdad, cualquier sitio es adecuado, puesto que ya con la compañía, el lugar poco importa. Pero si a esa oportunidad le pones un gran marco,  seguro que la postal sale inmejorable.  Y que mejor sitio para descubrir con ellas, que un lugar mágico, lleno de leyendas y de brujas sobrevolando las copas de los árboles.  

Hoy, dirigiremos nuestros pasos, por el bosque de El Betato, para una vez cruzado, ascender al ibón de Piedrafita.
Alcanzamos la localidad de Tramacastilla de Tena, aparcamos el vehículo en la entrada del pueblo, que dispone de un amplio parking junto a la parada del tren turístico, y nos dirigimos andando en dirección al ayuntamiento. Encontraremos una señal que nos indica la dirección de la ruta, del bosque. 


Nuestro primer lugar de parada, para contemplar el lugar, es el barranco de Gorgol, que cruzaremos por un puente.



A continuación una senda se adentra en el bosque,  hayas y robles nos darán cobijo, y acompañaran nuestro caminar.  No hemos tenido suerte, y el otoño aún no ha hecho efecto en los colores del entorno, pero aun así, el lugar derrocha belleza y misterio.  Una pequeña anécdota ocurrida en este día,  nos da pie a pensar en la existencia de las brujas del lugar. Parece que existir, existen y han decidido echar una mano a sus congéneres actuales. 




El camino está marcado por flechas, mojones y pintadas circulares en algunos árboles. 

El ascenso es llevadero y poco a poco cruzaremos hasta encontrar una pista que, o bien seguiremos, o si nos gusta más lo salvaje,  cruzaremos tomando una estrecha senda que volverá a toparse con la pista. 




Un poco más de ascenso, esta vez más pronunciado, y siguiendo la margen derecha del arroyo, llegaremos al Ibón.  Y bajo la gran Peña Telera, que nos observa, que nos vigila, y con el ibon a nuestros pies, hacemos la parada de la comida.








Un rato de risas, de encuentros inesperados y tenemos que tomar la decisión de iniciar la vuelta. Para ello, desandamos lo andado.

Y ya en nuestro vehículo, decimos adiós a nuestras compañeras las brujas, y volvemos al pueblo de Ara, donde pernoctaremos, no sin antes hacer una parada cervecera en Biescas.





DEDICATORIA
A mis queridas brujitas, gracias por ser como sois,  no cambies nunca, nada, ni un ápice.  Ha sido un lujo compartir esta ruta con vosotras, que la habéis hecho especial, mágica y divertida. Y sé que el conjunto hace la fuerza, y que las cuatro bruxas hacen el pack perfecto.
Os quiero.
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