Este
sábado es una ocasión especial. Por motivos de trabajo, lugar de
residencia, etc, pocas veces nos podemos juntar los “expedicionarios”
de hoy. Pero por fin lo hemos conseguido.
Aviso
que esta entrada, aunque explica la ruta, es también un homenaje a
cada uno de estos amigos.
Y
preparar el día de hoy ha sido fácil. Lo único buscar una ruta
bonita, cosa sencilla en nuestro Pirineo, para poder disfrutar del
paisaje pero sobre todo de la compañía.
De
esos momentos de risas, de esas charlas. De tener largas e
interesantes conversaciones. De ponernos al día de los últimos
acontecimientos o simplemente de tener una charla banal pero repleta
de sonrisas y abrazos.
6.30
horas
El
grupo de La Puebla de Alfindén arranca. Esta compuesto por una amiga
brujilla y dos jóvenes, entre los que se encuentra mi hijo. Un
miembro muy importante del día. Acompañado de su amigo, ha
decidido compartir lo especial del hoy.
A
la misma hora, aproximadamente, de Zaragoza Capital, parte el trió
compuesto por un papa pitufo, un Don Bubalu y un pícaro diablillo.
6.55
horas. Nuestro grupo para a recoger a la mas dulce del equipo en la
localidad de Zuera.
7.15
Ultima parada donde se incorporan el resto de miembros protagonistas
de la jornada. Dos hermanas muy terremotos pero llenas de bondad y un
nuevo miembro que no podía ser malo, ya que venia recomendado por
ellas. Y así fue, un placer conocerlo.
Tras
una parada en Huesca, despertando el cuerpo con un café y animando
el espíritu con muchos abrazos sinceros, arrancamos hasta destino.
Punto
de partida, Astún. Tras aparcar junto al hotel, lugar ya conocido
por nosotros comenzamos la preparación.
Mochilas,
calzado, ruta activa en nuestro gps y en marcha.
Tomamos
primeramente la pista, acercándonos al telesilla para enseguida
empezar a ascender por el sendero, casi paralelo al torrente. Para mi
parecer, esta es la única parte que tiene un poco de dificultad, ya
que se empieza a ascender enseguida y continuamente.
Llegaremos
al ibón de Escalar todavía en la parte española, y aquí ya todo
se suaviza.
Tras una breve parada, seguimos el sendero, a nuestra
derecha. Próximo punto, Coll de Moines o puerto de Jaca, donde
pasaremos a territorio francés. Magnifica vista del valle del Aspe,
con el pico de los Monjes a nuestra izquierda y el inconfundible Midi
d’Ossau, del que me declaro totalmente enamorada.
Un
buen rato para disfrutar del lugar y toca emprender la marcha por el
sendero, en suave descenso, disfrutando de las vistas del valle,
incorporándose al panorama el Pic Casterau.
Encontraremos
un cruce de caminos, que me hace pensar en idear próximas
incursiones por esta zona, pero en este caso, nos dirigimos al Pic
Casterau, para ascender por su izquierda, por una corta pero intensa
subida.
Asomamos
al collado y volvemos a deleitarnos con lo que asoma a nuestros
ojos, preciosas vistas, que nos van a conducir al Lac Bersau, pasando
antes por la proximidad de un pequeño lago.
El
lugar es precioso y el lago Bersau,
impresionante. Casi dan ganas de dar por finalizada aquí la ruta,
pero no, seguimos con el plan establecido y continuamos la marcha,
por
la orilla, hasta dejarlo atrás.
En
aproximadamente quince minutos, aparece la imagen del refugio, primer
indicio de que alcanzamos el punto de destino de nuestra ruta.
Aquí
optamos por dirigirnos al edificio, para poder realizar allí
la parada obligatoria a comer. Momento en que esta cuadrilla que nos
hemos reunido, empieza a sacar viandas de la mochila, cual bolsillo
de Doraimon, llenando por completo la mesa. Desde guindillas, olivas,
tortillas, piña, tomates, chocolates, galletas y más cosas que se
escapan a mi cabeza, pero que seguro que no se
escaparon de mi estomago.
Tras
este gran ágape, llega el momento de la única separación del
grupo, unos a sestear, otros a charlar y otros a acercarnos al
inspeccionar el lago y comprobar la frialdad de sus aguas.
Tras
un extenso y merecido descanso, toca con tristeza pensar en el
regreso que realizaremos por el mismo camino, volviendo a disfrutar
de cada rincón.
El
tiempo nos respeta y solo hace asomar unas escasas gotas que no
llegan a más.
Así
que como colofón
a este día
tan especial, toca parada cervecera en Villanua. Y quedan aun risas
que compartir y sonrisas que dedicar, antes de separarnos.
Termina
la jornada y cada uno de los coches vuelve a su lugar de origen. Pero
no doy por terminada la entrada del blog sin antes mencionar a cada
uno de los protagonistas de hoy, por orden alfabético,
muy diplomáticamente.
Aarón,
gracias por compartir este día conmigo, no sabes
lo especial que ha sido para mi tenerte allí.
Los momentos de charlas que mantuvimos y verte la sonrisa, aunque el
cansancio asomará a tu cuerpo…... eres lo mejor.
Alfonso,
mi bicho incorregible, que venia con un poco de estrés, pero que
disfruto del día, volviendo a ser el niño trasto que todos
conocemos. Las
jornadas sin tu trastadas, no son lo mismo.
David,
un placer conocerte, aunque resulto que ya te conocía. Y espero que
vuelvas a compartir con nosotros correrías
montañeras, ya que si soportas a las dos terremotos, tienes el cielo
ganado, jeje.
Elena,
que puedo decirte, sabes que eres mi debilidad y que cada jornada que
compartimos me sabe a poco. Esa sonrisa sincera que posees, no tiene
precio. A
por muchos momentos juntas.
Ely,
gracias por acercarte a nuestra tierra y dejarnos disfrutar de tu
compañía. Arrasas con tu alegría
y ole esa cubanita guapa en la que te conviertes con tu pañuelo a la
cabeza.
Gonzalo,
mi hijo bis, y miembro reciente de nuestro grupo, con el que da gusto
salir a la montaña y ver como disfrutas con cada piedra, con cada
montaña, con cada lago, sigue así
de entusiasta.
Manuel,
el gran papa del grupo, que ansias escapar a la montaña con nosotros
y que largo se te hace la espera hasta el próximo
día de fiesta. Siempre sale la oportunidad, siempre estará
el Pirineo esperándonos.
Marian,
esa brujilla loca y tan especial para mi, que se dejo engañar por
mi, y se dejo mezclar con esta gente que estoy nombrando. Son locos,
pero no peligrosos. A por muchas mas, brujilla.
Roberto,
aigg, mi diablillo, que contenta estoy de haberte descubierto o más
bien, de que te dejaras descubrir. Tan pronto estas haciendo
diabluras, como que te perdemos en mística
meditación.
Vanesa,
la otra hermana terremoto, que alli donde pasa, deja todo lleno de
energía.
Sabes, te agradezco todo lo que animaste a mi hijo, eres todo amor.