Decidimos
alargar la etapa hasta Torres del Río, una vez comprobado que en
estas fechas hay albergues abiertos en esta población. Entre Estella
y Logroño tenemos unos 49 kilómetros, por lo que decidimos hacer en
esta ocasión más kilómetros para así, al llegar a la capital de
La Rioja, poder tener más tiempo para visitar la ciudad.
Despertamos.
Hemos descansado con alguna que otra anécdota pero nada que nos
pueda quitar la sonrisa del rostro, sino más bien lo contrario. Con
un toque soñoliento, bajamos a desayunar. El albergue ha resultado
de lo más acogedor y el ágape mañanero le hace seguir sumando
puntos.
El albergue.
Comencemos a andar. Las
calles de Estella aparecen tranquilas con un cielo incierto
cubriéndonos. Siguiendo a nuestras grandes compañeras de camino,
las flechas y las vieiras, llegamos hasta una rotonda, donde un
camino a la derecha nos acerca a la población colindante, Ayegui.
Nos
encontramos con las bodegas de Irache, famosas por su fuente de vino
y agua. Parada obligatoria. Aunque las horas de la mañana no son las
más indicadas para este liquido rojo, no podemos evitar echar un
buen trago para animar más la jornada, aunque esto entre nosotros,
no es necesario.
A
nuestra izquierda, el Monasterio de Irache, hoy en día se encuentra
en obras. Un breve vistazo y seguimos.
Curiosa
la naturaleza.
A la
salida, encontraremos un cruce. A la izquierda, el atajo por Luquin y
a la derecha el camino tradicional por Azqueta y Villamayor. Optamos
por el tradicional. La otra variante pasaría por la falda de la
montaña y hoy el día no es muy prometedor.
Nos
toca volver a cruzar la carretera y pasar por un túnel para comenzar
por un sendero ascendente por el lateral de una zona arbolada y
posteriormente llegaremos a la población de Azqueta.
Ahora
nos toca la ascensión más fuerte de la jornada, hasta Villamayor de
Monjardin. Antes de llegar, pasaremos por la Fuente de los Moros, un
aljibe de muy buen aspecto. Si es necesario rellenar las botellas,
este es el momento. Además, en esta población, es recomendable
hacer una parada puesto que ya no vamos a ver más localidades hasta
llegar a Los Arcos.
Iglesia de San Andres en Villamayor de Monjardin.
Continuamos, intentando hacer el camino lo más llevadero.
Llegada a Los Arcos. Ansiamos encontrar esta población, esta siendo hora de realizar la parada a comer y retomar fuerzas. Una fina lluvia ha hecho su aparición y anhelamos poder pararnos y descansar.
Hayamos un acogedor bar donde nos ofrecen un sencillo menú que degustamos con ansía y mucho calor y amabilidad.
Una
vez recuperadas las fuerzas, continuamos el Camino, por un tramo
paralelo a la nacional. Llegado a un punto, nos desviamos a la
derecha hasta Sasol.
Una senda, cercana a un último chalet, nos
conducirá a través de una bajada a nuestro punto final de la etapa,
Torres del Rio.
Un
breve paseo por sus calles, buscando el albergue. Esta vez, nuestra
opción no ha sido la más acertada pero al menos podemos descansar.
Iglesia del Santo Sepulcro. |
Sasol vista desde Torres del Rio. |
Torres del Rio, visto desde Sasol. |
Nuestro amigo posando. |