Para
la jornada de hoy, un paseo por dos de los muchos ibones que salpican
nuestro Pirineo.
Ibonet de Batisielles (1800m) e Ibones de Escarpinosa (2028 m)
Si
queréis completar la jornada o jornadas, en esta misma zona;
Ibón
de Perramó (2265m),
Ibón
de l'Aigüeta de Batisielles (2328 m).
Ibón
Gran de Batisielles (2219 m).
Pero
para esto hoy no tenemos tiempo, vamos a disfrutar del día,
vigilando con el rabillo del ojo las nubes. El resultado final es
satisfactorio. El día ha aguantado y el sol es nuestro compañero de
camino.
Dejemos
atrás con nuestro vehículo la localidad de Benasque y a 3,5
kilómetros encontraremos el desvío al Valle de Estós. Continuando
por esta pista llegaremos a dos zonas de parking, junto a unos
barracones. Es un lugar bastante concurrido por lo que es
recomendable madrugar para encontrar sitio de aparcamiento.
Y
como anécdota, entre tantos vehículos, nos encontramos aparcando
junto a unos amigos de mi localidad de residencia. Tras el saludo y
las risas, empezamos nuestro camino.
Encontraremos
una senda señalizada, así que preparados y comencemos a andar. Nos
adentramos por el bosque, pasando después por el Embalse de Estós,
Tras cruzar el rio, nos dirigimos a la Cabaña de Santa Ana, un
pequeño refugio que puede ser una buena salvación en caso de
tormenta.
El
siguiente encuentro lo tendremos con la fuente de Coronas, curiosa y
peculiar. Aquí nos refrescamos un poco, el calor aprieta, y el
hilillo de agua hace maravillas en nosotros.
Renovados, continuamos
hasta el desvío. A la izquierda, nuestro trayecto hacia los ibones,
a la derecha, dirección Refugio de Estós.
Empieza
lo bueno, una amplia senda, empinada, entre bosque y vegetación. Con
la excusa de observar lo que nos rodea, hacemos estratégicas paradas
para recuperar la respiración.
Sigue
subiendo, sigue subiendo….
Una
pequeña tregua, y tras pasar la llamada Palanca
de Carboneros
, la
senda se convierte en un continuo zigzag
de subida hasta llegar a una pradera. Un pequeño ibon, ibonet, en un
gran lugar, rodeado de montañas, donde la nieve ya esta empezando a
parecer por múltiples
rincones de nuestro alrededor.
Hacemos
un alto, tomamos algo de comer, charlamos con las personas que por
allí tienen también la suerte de pasear. Y tras una buena sesión
de fotos, y de observar a una pareja de patos que indiferentes a
nosotros, nada por las frías aguas, continuamos .
La
señalización nos llevara rodeando el ibonet por su derecha. No os
dejéis engañar por su comienzo, llaneando por la pradera, enseguida
comenzará otra vez el ritmo de “sigue subiendo sigue subiendo”…
pero como es tan bonito el recorrido, y cada vez es más blanco,
tanto disfrute nos hace llevadero el ascenso.
Alcanzamos
los llamados Ibones de Escarpinosa , helados con su capa blanca
protegiendo sus aguas, y rodeados por vistas de el macizo del
Perdiguero y la aguja de Perramó.
Este
es nuestro punto final, damos por más que completa la ruta de hoy,
con este rincón como plato fuerte. Y hablando de platos,
aprovechemos el marco para sacar las viandas de nuestras mochilas y
saborearlas con la tranquilidad que nos da el lugar.